lunes, 25 de febrero de 2013

Amparo Dávila: la infancia, cuna de la soledad y de los terrores



Hace algunos años, gracias a unas fotocopias, leí por primera vez El huésped de Amparo Dávila, cuento que me perturbó por varios días y que me hizo pensar mucho en esa criatura "con grandes ojos amarillentos, casi redondos y sin parpadeo, que parecían penetrar a través de las cosas y de las personas." (Dávila 19). Hasta entonces sólo Francisco Tario me había entregado una alucinante literatura fantástica mexicana y es curioso que se conozca poco acerca de estos escritores y que su obra, hasta hace algunos años, haya sido difícil de encontrar. El día que leí ese cuento, salí de clase dispuesta a encontrar un libro de ella y recorrí, sin conseguirlo, diversas librerías del D.F. Así pasé algunos años y cuando por fin encontré uno en un café-tienda de regalos, discos y libros, no pude comprarlo. Ahora, Cuentos reunidos es un habitante más en mi librero. Gracias a la publicación de ese texto, en el 2009, algunos lectores, los privilegiados que la han leído, pueden acercarse a toda la obra cuentística de Amparo Dávila, a pesar de eso, otros ni siquiera han escuchado de ella.
Algunos escritores y sus obras, como es el caso de esta escritora, permanecen ocultos, quizá como ella misma lo escribió en Patio cuadrado:
       
         —Pero ¿qué hacen los libros dentro de la piscina? —le pregunté sorprendida—. ¿No se mojan?
         —Nada les pasa, el agua es su elemento y ahí estarán bastante tiempo hasta que alguien los   
         merezca o se atreva a rescatarlos.
         —¿Por qué no me saca uno?
         —¿Por qué no va usted por él? —dijo mirándome de una manera tan burlona que me fue          
         imposible soportar. (180)


Tan peculiar es el poco conocimiento que se tiene de su obra como el que se tiene de su vida, es un lugar desierto y poco visitado en el que la soledad de los lectores acompaña a la de la escritora, quizá lo imprescindible está en su obra o quizá lo más importante e imprescindible es su obra, el lector lo decidirá.
Amparo Dávila nació en Pinos, Zacatecas (1928). Cuando ella tenía cinco años, su hermano Luis Ángel, de cuatro años, falleció y eso la afectó mucho tanto anímica como físicamente, ocasionándole una enfermedad, de la que no se conoce el nombre pero se sabe que la tuvo convaleciente por algún tiempo. Debido a su enfermedad y al frío en Pinos, ella se refugiaba en la biblioteca de su padre, en donde se sentaba cerca de una ventana y veía "pasar la muerte" pero no le temía, como ella lo menciona en una entrevista realizada por el Fondo de Cultura Económica. En dicha biblioteca comenzó su acercamiento con los libros, en donde descubrió La Divina Comedia con los grabados de Doré, los cuales la aterrorizaban. Un aspecto interesante es que aunado al terror que le ocasionaban los demonios de esos grabados, la oscuridad le daba mucho miedo. Desde la muerte de su hermano, ella se sintió muy sola y encontró consuelo en la compañía de los gatos y los perros.
Estudió la primaria y la secundaria en San Luis Potosí. En 1950 publicó Salmos bajo la luna (poemas) y en 1954, Meditación a la orilla del sueño (poemas). En ese mismo año, cuando tenía 26 años, Amparo llegó a la Ciudad de México con su madre para dedicarse a la literatura; en ese entonces sus padres ya se habían divorciado. En San Luis Potosí conoció a Alfonso Reyes, cuando lo presentaron a un grupo de jóvenes escritores en el que ella estaba, y le dijo que los buscará a su esposa y a él cuando fuera a la Ciudad de México.
Ya en la Ciudad de México, Amparo fue secretaria de Alfonso Reyes, quien fue su mentor, y quien la entregaría el día de su boda, en 1958, con el pintor Pedro Coronel, con quien tuvo dos hijas: Luisa Jaina y Juana Lorenza. Debido a los miedos que Amparo tenía, Alfonso Reyes la llevó con uno de sus amigos, el psiquiatra Federico Pascual del Roncal, quien la ayudó a superar, sobre todo, el terror a la oscuridad.
En 1959 publica su primer libro de cuentos, Tiempo destrozado. En 1964 se divorcia y más tarde en ese mismo año publica Música concreta, segundo libro de cuentos. En 1966 fallece su padre y en ese mismo año le otorgan la beca del Centro Mexicano de Escritores, en donde convivió con Salvador Elizondo y José Agustín. En 1977 aparece Árboles petrificados, tercer libro de cuentos, y en ese año le entregan el Premio Xavier Villaurrutia.
Los temores de Amparo son constantes en su obra. En los personajes femeninos aparecen el miedo, la angustia, la soledad. Aparecen también como temas recurrentes el amor, la muerte y la locura, los cuales están ligados a los temores. Otro aspecto interesante, que se ubica dentro de la soledad, es el tipo de relación que sus personajes femeninos tienen con los hombres, en El huésped, el hombre impone en su casa y a su esposa, principalmente, la presencia de un huésped mientras él está ausente; tampoco se habla de una relación estrecha entre él y su esposa. En su obra hay elementos fantásticos pero ella insiste en catalogarla como realista con dos caras: la oscura y la cotidiana. En 2008, a sus ochenta años, se le realizó un homenaje en Bellas Artes. Como he mencionado, en 2009 se publica Cuentos reunidos que incluye Con los ojos abiertos, cuatro cuentos y una crónica que hasta entonces habían permanecido como inéditos.
Cristina Rivera Garza retoma a esta escritora y a su obra, en 2002, con la publicación de La cresta de Ilión. En esta novela, Amparo Dávila es el personaje principal. Una de las características particulares de la obra de Rivera Garza es la intertextualidad, a la que recurre, en este caso, para tejer con ella el relato y así hacer dialogar a la autora con su texto y con los lectores.






FUENTES
http://www.youtube.com/watch?v=w9cH5sI8ZPY
http://octavioat.blogspot.mx/2008/02/entrevista-con-amparo-dvila.html
http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=168959
http://www.letraslibres.com/blogs/memorables-y-el-olvido-amparo-davila

Dávila, Amparo. Cuentos reunidos. México: FCE, 2009.

3 comentarios:

  1. Resulta interesante que retomes a un personaje poco estudiado en la literatura mexicana pero que ha dejado un legado importante dentro de los textos fantásticos. Me parece importante los acercamientos que haces para interpretar sus textos a partir de la influencia literaria y cómo ha servido a otros autores para generar su obra.
    Saludos

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  2. Interesante el uso de la primera persona en el texto: esto lo permite el género de crítica biográfica, el estudio teórico como algo personal. Lo importante, no obstante, es otorgarle a esa participación relevancia. En el caso de Paz, tenemos una justificación de su ideología política y literaria con Sor Juana. Busca la tuya, no debe ser únicamente teórica.

    Creo que un hecho interesante es la relación intertextual con Rivera Garza: explotarla.

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  3. Uno de los aspectos interesantes de tu trabajo y que es como un guiño con tu tema de tesis es la relación entre Amparo Dávila y Cristina Rivera Garza, creo que daría importantes resultados el que pudieras ahondar más en dicha relación.

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